Hoy es un día de encuentros y casualidades.
Esta mañana por fin he comenzado a correr.
Es difícil después de tanto tiempo.
Gestos habituales se vuelven complicados.
Después de ducharme he mirado mi Instagram y he visto un «Me gusta» de Ayumi, la encantadora hija de Koichi Okuwaki. He entrado en su perfil y ahí estaba esta foto:

Fue el quince de Octubre del año pasado, cuando acompañé a la familia Okuwaki a hacer unas fotos para un proyecto fotográfico de Koichi.
Metros antes de romperme, segundos antes de parar de correr.
He aprendido que a veces es más peligroso andar que correr.
He aprendido que muchas veces se llega antes andando que corriendo.
He aprendido que la vida vuelve.
He aprendido.
Siempre.