
En un principio pensé que la cámara me había jugado una mala pasada, pero no.
A veces captar el momento no es detener el instante, y una foto correcta no siempre es un buen retrato.
Aquí estás tú, tal y como eres.
Alegre, inquieta, tozuda y siempre con la sonrisa en la boca.
Al final la conseguiste.
Ya es hora de caminar sola.
Aquí estaré yo cuándo no sepas qué camino elegir.